domingo, 19 de junio de 2011

Una Educación de cultura y conciencia ambientalista

      Desde el origen del hombre, este se ha desvinculado del lugar donde vive, es decir, mantiene un alejamiento con su ambiente, considerándolo como algo externo a él, que no le pertenece. Este sentido de desterritorialidad es producto de la estructura mental del hombre de verse como un sujeto y al ambiente como un objeto, el cual puede modificar a su antojo, sin tomar en cuenta los daños colaterales que puede llevar dichas transformaciones del ambiente. Esto trae como consecuencia la contaminación y deterioro progresivo del ambiente, colapsando en el cambio climático que se está produciendo actualmente. La pregunta es ¿cómo el hombre no se da cuenta que el ambiente es parte de su naturaleza? Que si hace daño al ambiente, se hace daño al mismo. La respuesta para esta pregunta, es la falta de conciencia y cultura ambiental.

      Para llegar a alcanzar este estado de cultura ecológica, es necesaria la aprehensión del ambiente como parte del hombre, lo cual se construye con la educación. La educación por otro lado, desde los antecedentes del saber organizado, remontado en los pensadores de la Grecia Antigua (Platón, Aristóteles, Sócrates, entre otros), las cuales se institucionalizaron en todas las regiones del globo terráqueo (o por lo menos en la cultura occidental), no busco crear conciencia para la preservación del ambiente, tal como lo demuestra las teorías elaborada por los pensadores como John Locke con su Empirismo y René Descartes con su Racionalismo, donde el ambiente es considerado un objeto externo al hombre. Fue con Lev Vigotsky (1986-1934), no hace más de un siglo, con el Constructivismo Socio-Cultura, donde se empieza a considerar la realidad como una construcción del hombre, y por lo tanto es relativa y se construye a través de las experiencias. Este último buscaba a travez de los principios y normas psicológicas con el ámbito pedagógico, construir una sociedad nueva, desde la sociología y la psicología del hombre, con la ley de la genética cultural y la mediación. Experimenta que la cultura es la vida y la actividad social humana que permite la creación de la identidad del individuo, lo cual lo concibe como significativo para el aprendizaje, y por ende, permite la instauración de paradigmas y la construcción del mundo. A través de la cultura se determina el aprendizaje, se crean conductas, funciones y actividades del ser humano, la cual es aprehensiva a través de la educación. Esta forma de coincidir el conocimiento es posible la creación de un conocimiento ecologizado, promoviendo la conciencia de que el hombre y la naturaleza se encuentran intimidamente relacionados, y al hombre no sentirse interesado en cuidar la naturaleza, la destruye produciendo estos desequilibrios ambientales. Es por esto que se hace necesario utilizar como herramienta la educación como promoción de la cultural ecológica, creando valores y deberes ambientalistas a nivel constitucional e institucional.

      Las universidades de nuestro país han incentivado este tipo de educación y han realizado programas para el abordaje y cuidado del ambiente, para un desarrollo sustentable del hombre en armonía con su ambiente, con la intención de realizar cambios estructurales dentro de las nuevas generaciones, con cambios de paradigmas y visiones del mundo desde lo androcentrico a lo biocentrico, humanizando la ciencia y sus resultados en el hábitat donde se desarrolla el hombre. Buscan crear una visión holística del mundo, donde el ser humano se convierta en un ciudadano del planetario y del universo, para no romper con la armonía y el equilibrio ambiental.

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