domingo, 19 de junio de 2011

La Fenomenología de la Interacción Social en la Vida Cotidiana


La Fenomenología es la ciencia que muestra explicaciones de la vida cotidiana, la cual consiste en el método de reducir los fenómenos a sus partes, purificándolos para acceder a su esencia, y así estudiar su noema (acto de pensar; lo que vemos no es el objeto en sí mismo sino como y cuando es dado en los actos intencionales) y su noesis (contenido del acto de pensamiento; acto de conciencia y fenómeno al que va dirigido), creando así una ‘lógica pura’, independiente de la experiencia y de la psique. Por lo tanto entra dentro del estudio de la ciencia sociológica, la cual se conoce como la Fenomenología Sociológica o Sociología Fenomenológica.

La Fenomenología Sociológica, es una rama de la fenomenología, la cual comprende la subjetividad de los individuos en masa a través de fenómenos reducidos. En esta se entiende que “la subjetividad esta inevitablemente presente en cualquier acto de comunicación, pues este parte de las perspectivas divergentes de los participantes en el acto. Sin interacción no existe los sujetos sociales, dado que la construcción de sentidos compartidos sobre la realidad social requiere, inevitablemente, de la interacción” (RIZO; 2005, articulo en línea).

Es de suma importancia destacar que el mundo de la vida cotidiana es un mundo sumamente sumergido en lo subjetivo. Está totalmente establecido como real o como natural, por el paso de generación a generación, por nuestros antepasados; Se nos presenta como algo ya dado, totalmente natural, tomándose como la base de dicha vida cotidiana. Los seres humanos, al actuar contribuimos a la constitución de la vida cotidiana. En el mundo, las personas actuamos de forma natural hacia la vida cotidiana y damos por sentado que este mundo existe y no se somete a dudas ni confrontaciones sobre la realidad en la cual nos encontramos sumergidos.
Como lo expresa shutz en una de sus obras:

El mundo de la vida cotidiana es el “ámbito de la realidad en el cual el hombre participa continuamente en formas que son, al mismo tiempo, inevitables y pautadas. El mundo de la vida cotidiana es la región de la realidad en que el hombre puede intervenir y que puede modificar mientras opera en ella mediante su organismo animado (…) sólo dentro de este ámbito podemos ser comprendidos por nuestros semejantes, y sólo en él podemos actuar junto con ellos” (SCHÜTZ: 1977, 25)

Por esto, el mundo de la vida es el espacio último de sentido, nunca agotable ni trascendible, mientras que la vida cotidiana es sólo una provincia del mundo de la vida, mundanamente intersubjetiva; es decir, la vida cotidiana, aunque evolucionemos en sociedad, se sigue manteniendo las prácticas humanas a lo que se refiere a los hábitos, costumbres y actividades.

Shutz expresa en su obra que existen múltiples parcelas de realidades, las cual la toma de la terminología fenomenológica, donde expresa que el significado de la experiencia es lo que constituye las realidades. Este enfoque parte de la necesidad de analizar las relaciones intersubjetivas a partir de las redes de interacción social: el mundo en el cual vivimos es un mundo de significados, un mundo cuyo sentido y significación es construido por nosotros mismos y los seres humanos que nos precedieron.

    Desde un punto de vista epistemológico, la fenomenología implica una ruptura con la formas de pensamiento de la sociología tradicional, ya que enfatiza la necesidad de comprender, más que de explicar, la realidad, expresando que es en el aquí y en el ahora, donde es posible identificar elementos de significación que describen y construyen lo real. En este sentido, el objetivo general de la fenomenología es describir al hombre en el mundo, no analizarlo o explicarlo.

    Por lo tanto, a través de la Sociología Fenomenológica, se puede acceder al estudio de la vida cotidiana del hombre y su interacción social en la comunicación con los demás.

Para Schütz la vida cotidiana tiene sentido a través del mundo del trabajo, la primera cambia solo y dependiendo de la segunda, es decir, la vida cotidiana evoluciona a través del cambio que se de en las relaciones de trabajo, alienándose a una realidad y sumergidos en ella. Esta se mueve por dos tipos de motivaciones, ‘motivaciones porque’ y ‘motivaciones para’, puesto que en esta realidad, la comunicación y las motivaciones se hacen efectivas.

Es en el mundo del trabajo donde se encuentra el núcleo de la vida, ya que se emprende una acción del mundo externo. Es un mundo donde se pone en práctica la interacción y así obtener un proceso de aprendizaje el cual se generan a través de las experiencias, no un cambio de nuestros intereses. Es un mundo donde las personas mediante el lenguaje intercambian conocimiento, donde se deja a parte las actitudes teóricas para entrar a un mundo cotidiano.

La expresividad humana es capaz de objetivarse a través de la significación, es decir, por la producción humana de signos. La vida cotidiana es posible por las objetivaciones; el lenguaje es el que juega el papel más importante. “Sin el lenguaje no habría comunicación humana y sin dicha comunicación no existiría el mundo de la vida cotidiana” (BLANK: 1985, 13).

Según Berger y Luckmann, las objetivaciones se sustentan por la significación lingüística, y la comprensión del lenguaje es esencial para la comprensión de la vida cotidiana. Ellos definen al lenguaje como “un sistema de signos vocales, es el sistema de signos más importantes de la sociedad humana (…) El lenguaje se origina en la vida cotidiana” (BERGER: 1979, 56) y es por esto que se considera fundamental en la interacción social.

 La interacción, “consiste en la comprensión y estudio de la figura de los sistemas de comunicación. Es decir, la vida comprendida, percibida y vivida como relaciones que se mueve, mueven y son movidas por su acción recíproca,y otras relaciones”(GALINDO; 2005, 557-558); y la comunicación es el proceso en el que un grupo de personas viven en un presente común y forman parte de nuestra experiencia por ser una acción dirigida a otros. Estas dos se unen en la práctica social a través del lenguaje, estableciendo un puente entre mi subjetividad y la del otro. Schütz afirma que:

…al vivir en el mundo, vivimos con otros y para otros, y orientamos nuestras vidas hacia ellos. Al vivenciarlos como otros, como contemporáneos y congéneres, como predecesores y sucesores, al unirnos con ellos en la actividad y el trabajo común, influyendo sobre ellos y recibiendo a nuestra vez su influencia, al hacer todas estas cosas, comprendemos la conducta de los otros y suponemos que ellos comprenden la nuestra (SCHUTZ: 1979, 39).

Con la interacción se intercambia y negocia las subjetividades y modelos del mundo, por el punto de vista de la construcción de su sentido,  entre dos o más participantes situados en contextos sociales. Este esta expuesto en la “comunicación y la reciprocidad entre quienes promulgan, utilizan y construyen los códigos y las reglas”(O’Sullivan; 1997, 196). Por este motivo en la interacción, los individuos son situados unos en relación con otros, y por ende es la comunicación interpersonal es la base de todas las comunicaciones humanas; comprende interacciones en las que los individuos ejercen influencia reciproca sobre sus respectivos comportamientos, siempre en una situación de presencia física simultanea.
            
    
La interacción por excelencia es cuando el lenguaje se da de forma inmediata, a través de la interacción ‘cara a cara’, por su capacidad de trascender al ‘aquí y ahora’ inmediatos. Con la interacción se intercambia y negocia las subjetividades y modelos del mundo, por el punto de vista de la construcción de su sentido,  entre dos o más participantes situados en contextos sociales. Este esta expuesto en la “comunicación y la reciprocidad entre quienes promulgan, utilizan y construyen los códigos y las reglas” (O’SULLIVAN: 1997, 196). Por este motivo en la interacción, los individuos son situados unos en relación con otros, y por ende es la comunicación interpersonal es la base de todas las comunicaciones humanas; comprende interacciones en las que los individuos ejercen influencia reciproca sobre sus respectivos comportamientos, siempre en una situación de presencia física simultanea.

Desde la Sociología Fenomenológica, la interacción social implica hablar de la relación entre el yo y el otro. Berger y Luckmann, en su obra La construcción social de la realidad, explican por que es importante el lenguaje dentro de la interacción social desde un punto de vista fenomenológico, la cual se cita a continuación:

El lenguaje tiende puentes entre diferentes zonas dentro de la realidad de la vida cotidiana y las integra en un todo significativo. Las trascendencias tienen dimensiones espaciales, temporales y sociales (…) construye entonces enormes edificios de representaciones simbólicas que parecen dominar la realidad de la vida cotidiana como gigantescas presencias de otro mundo (…) es capaz no solo de construir símbolos sumamente abstraídos de la experiencia cotidiana, sino también de “recuperar” estos símbolos y presentarlos como elementos objetivamente reales de la vida cotidiana. (BERGER: 1979, 58)

De aquí se puede derivar, que el hombre como actor social, reproduce su contexto social a través de sus interacciones cotidianas de forma intersubjetiva, entregando un rol relevante en la comunicación de la construcción social, posibilitando el dialogo, negociación o conflicto en cualquier situación. A través de las interacciones se instituye la realidad social y la vida cotidiana del hombre.

BIBLIOGRAFÍA

-      BERGER, Peter y Thomas Luckmann (1979) La Construcción Social de la Realidad. Amorrortu editores: Buenos Aires
-      BLANK, Carlos (1985) La importancia del Lenguaje en la constitución y comprensión del Mundo de la Vida Cotidiana. FaCES–UCV
-     GALINDO, J., Karam, T., y Rizo, M. (2005). Cien libros hacia una comunicología posible. Ensayos, reseñas y sistemas de informaciónMéxico: Universidad Autónoma de la Ciudad de México.
-      O’SULLIVAN, T. et. al. (1997). Conceptos Clave en Comunicación y Estudios Culturales. Buenos Aires: Amorrortu.
-    RIZO, M. (2005). Comunicología, Psicología Social y Sociología Fenomenológica. Exploraciones teóricas para la conceptualización de la interacción y la comunicación. En: Calles, J. A. (Ed.)  Anuario de la Investigación de la Comunicación CONEICC XII, México: CONEICC, pp. 105-127.
-    SCHÜTZ, Alfred; Luckmann, Thomas (1977) La estructura del mundo de la vida. Buenos Aires: Amorrortu Editores.
-    SCHÜTZ, Alfred (1979) El problema de la realidad social. Buenos Aires: Amorrortu Editores

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